El día de hoy los habitantes de Dite fuimos despertados con un sismo de 5.8 grados. Estamos de acuerdo que no es precisamente una bonita manera de empezar el día pero este hecho nos invita a hacer conciencia sobre la inminencia y predisposición que tiene nuestro país para los desastres naturales.
El Ecuador está situado en la zona de subducción más importante del mundo conocida como el Cinturón de Fuego del Pacífico, la que presenta gran actividad en terremotos y tsunamis. Además nuestro territorio es atravesado de norte a sur por la llamada Cordillera de los Andes con un total de 27 volcanes activos con erupciones regulares desde 1532.
En los meses que corresponden a la estación lluviosa en la Zona Tórrida (desde diciembre hasta mediados de abril) somos propensos a tener un Fenómeno del Niño, esto sucede cuando las aguas frías de la corriente de Humboldt se chocan con la corriente Del Niño que viene desde el norte con aguas más calientes, provocando fuertes lluvias en el continente.
Todos estos factores hacen de nuestro país un territorio con altas posibilidades de sufrir catástrofes, no pretendo alarmar ni difundir el pánico entre mis lectores, pero es de vital importancia tenerlo en cuenta.
Desde la crisis de los misiles de los 60 en EEUU empezaron a surgir ciudadanos que, reinados por el miedo a un bombardeo nuclear de parte de los rusos; empezaron a construir refugios en sus casas, acumular alimentos, purificar su propia agua y a aprender técnicas básicas de supervivencia.
Sin saberlo estas personas crearon una cultura urbana integrada por personas que se dedican a prepararse para posibles desastres de diversas índoles, desde el colapso del sistema financiero hasta la posible invasión de seres extraterrestres. Todos los posibles causantes de un Apocalipsis son considerados por estos hombres y mujeres que mantienen una fuerte actitud conservativa y de perpetuidad de la especie.
La cultura fue endémica de Estados Unidos por décadas. La caía de la bolsa de valores, los ataques terroristas del 11 de septiembre, la guerra contra Irak, la guerra fría y el reciente brote de ébola en África pueden ser los motivos que provocaron que la gente empiece a pensar en medidas y técnicas para mantenerse salvos y seguros en un escenario en el que la fuerza pública y el gobierno se encuentren colapsados.
Actualmente podemos encontrar Preppers en España, Inglaterra, Sudáfrica y Australia. Parece que las duras circunstancias por las que vivimos impulsaron a la expansión de este fenómeno.
Los Preppers construyen un refugio en su hogar, mantienen una bodega con alimentos y artículos de primera necesidad, implementan sistemas de purificación de agua, crían sus propios animales de granja, cultivan sus alimentos, conocen manejo de armas y realizan con frecuencia simulacros de desastres.
Aunque al principio eran vistos como personas con desordenes de personalidad y paranoia, ahora muchos les dan la razón e imitan sus costumbres, es conocido que los preppers comparten sus conocimientos de supervivencia e ingeniería con sus vecinos con el ánimo de hacer conciencia y fomentar un hábito de prevención.
No es necesario empezar a acumular alimentos, construir un bunker y coleccionar armas ( ya que en Ecuador es prohibido), basta con empezar un plan de contingencia para desastres y tener una maleta con vituallas y herramientas. Se recomienda conocer a cabalidad el barrio donde se habita, saber que tipo de gente rodea nuestro hogar ( ya que tener ancianos como vecinos puede ser una desventaja antes que una ventaja por el tipo de cuidado que requieren), en caso de un desastre de escala mayor los teléfonos de la policía y los bomberos se saturan así que es recomendable tener un botiquín en caso de que existan heridos, y si es posible un arma de fuego para defender a nuestra familia de potenciales malechores que aprovechen la oportunidad. Si existen niños en la familia sería bueno enseñarles medidas de prevención y acción ante desastres. Recomiendo a las personas interesadas a buscar más artículos sobre el tema y a educarse con ellos.
La prevención es la actitud que determinará nuestra supervivencia ante un desastre, salvándonos de caer en la paranoia y el ridículo es hora de pensar como ciudadanos responsables y sobre todo como humanos capaces de mantener la perpetuidad de nuestra especie y enfrentarnos a cualquier circunstancia adversa que se nos presente con la mejor arma que nos destaca del resto de las bestias, nuestro ingenio e inteligencia.
Desde mi amada Dite, Un saludo.
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