martes, 30 de junio de 2015

Yasuní







Toda manifestación de vida merece respeto, desde la más pequeña oruga que se arrastra por el suelo, hasta el  inmenso secoya que se impone airoso ante el ímpetu del viento.


Es innegable la riqueza en recursos naturales del Ecuador, nuestros mares y suelos proporcionan el sustento a catorce millones de luchadores que día a día se sirven de las bondades de la  tierra para llevar el pan a la mesa. Uno de los recursos más valiosos y controversiales que nos proporciona el suelo es el “Oro Negro”, la sangre de la sociedad, el combustible de los pueblos, EL PETROLEO.

Las grandes reservas de Petróleo que custodia el Parque Nacional Yasuní, se han convertido en una gran polémica en estos últimos tiempos, han dividido bandos  entre opiniones de eruditos que suponen beneficios y consecuencias variadas por la extracción del venerado mineral, desde ecologistas hasta políticos se encuentran sumergidas en la palestra, donde se discuten ideas que velan lo obvio.

Al escuchar el discurso gobiernista, nos encontramos con las decenas de beneficios que implica la explotación petrolera, desde la creación de más colegios hasta la jugosa glosa económica que recibirán los gobiernos descentralizados como bono.  Así podemos enumerar: vivienda fiscal, hospitales, carreteras y universidades, todo para el beneficio del pueblo con el aprovechamiento del uno por mil del bloque petrolero. Pero, ¿es posible una explotación petrolera responsable?

Desde el punto de vista ecológico, la simple extracción del petróleo de los suelos supone un grave perjuicio para la estabilidad del medio ambiente privilegiado. La integridad de la flora y fauna endémica del lugar se enfrenta a la codicia del humano que, sin temor ni reparo, se abalanza sobre la PACHA, para arrebatarle la ambrosía que atesora. Los grupos en aislamiento voluntario cambian sus tradiciones y forma de vida austera, para  adecuarse a las nuevas necesidades del capitalismo que exige trabajo y sacrificio para dar a cambio un sueldo convincente.

La extracción petrolera no abarca solo la construcción de torres y puentes, la contaminación de los suelos y mares, el peligro de los animales y las plantas. La extracción petrolera es la muestra más desvergonzada de la osadía del hombre que se atreve a violar los confines verdes de la quietud eterna de su propia alma, es un árbol que cae, el río que sede, el tallo que se espanta; el niño que llora, y la tierra que se estremece al ver que son sus propios hijos los que  le arrebatan su todo para complacer la necesidad del despilfarro.

Vivir del petróleo ya no es un beneficio, vivir del petróleo ya no es desarrollo. Vivir del petróleo es alcahuetear y justificar el no desarrollo, puesto que hemos vivido cuarenta años de este  y hemos descuidado sectores como el agro, la pesca, la ganadería y la industria. Los gobiernos de turno se valieron del petróleo para no enfocarse en otras formas de comercio y desarrollo y para llenar las arcas privadas de dinero proveniente del trueque con oro negro.
El ciudadano promedio ve con gran expectativa la explotación del parque, se llena con las promesas del político de hacer desaparecer la pobreza y fomentar el desarrollo, de asegurar la salud y aumentar los índices de seguridad. Más obras, mejor calidad de vida y más empleo. El ciudadano pensante, por su parte, está consciente de que el petróleo no es la solución a todos nuestros males. El ciudadano pensante sabe que el petróleo no es eterno y que nuestro país no ha desarrollado un plan de contingencia que nos guarde económicamente ante el fin inminente del crudo. Propone el auspicio del gobierno usando el dinero proveniente del petróleo para incentivar a los ecuatorianos a desarrollar proyectos que cambien de una manera total la matriz productiva actual. Dejar el crudo en la tierra y empezar a pensar en otras fuentes de sustento gubernamental que no sean impuestos, será la salida más inteligente a las presiones internacionales que exigen el pago de la deuda externa adquirida para hacer flotar la economía nacional.

Si se diera el caso de que la explotación de crudo sea segura, será obligación del régimen el asegurar que el dinero proveniente de este menester sea administrado con la mayor seguridad y transparencia posible, ya que sacrificaríamos un tesoro irrecuperable como lo es la riqueza natural del parque; para obtener riqueza monetaria que seguirá  cebando el patrimonio y los haberes nacionales. Invertir el dinero apoyando la industria y la producción nacional, la seguridad social, educación y protección de zonas verdes será obligación también del gobierno de turno que un día convenció al pueblo promoviendo la conciencia VERDE y que ahora ensucia sus manos con la sangre de nuestra naturaleza invaluable.

Será el tiempo quien juzgue las acciones de nuestro pueblo, será el tiempo que determinará la veracidad y cumplimiento de las promesas de los políticos que se encarnan en la lucha de promover la “explotación responsable”. Será el tiempo quien nos rinda cuentas de los beneficios que adquirimos y que debemos retribuir a la naturaleza.

Después de todo el petróleo es el cadalso al que lentamente asciende nuestro pueblo, seducido por la imagen de un Ecuador rico y admirable, desde el principio nos sumergió en una deuda externa que no se puede castrar ya que los dineros ganados no han sido bien administrados. Será en el momento en el que el petróleo se agote y no tengamos ningún otro sustento, cuando haremos conciencia de que como nación no tendremos futuro si no dejamos de ver al petróleo como fuente única de riqueza.

 Depende de nosotros como jóvenes velar por el cumplimiento transparente y serio de las promesas gubernamentales, es nuestro deber, llegar a constituir un Ecuador sustentable basado en Industria y ya no en materias primas; será este Ecuador enviado por las personas que algún día lo administraron y no promulgaron una conciencia nacional de crecimiento y desarrollo social.


(Discurso Ganador del Concurso de Oratoria Cmdt. Jorge Páez)

Desde mi amada Dite, un saludo.















lunes, 8 de junio de 2015

Minis.... La pasión por los clásicos continúa

Viernes 5 de junio del 2015, una caravana de Minis pertenecientes al Guayaquil Minis Club parten hacia la capital mundial del banano para celebrar sus fiestas. equipados con sus 1300 repotenciados, llenan de estruendos las carreteras de la costa ecuatoriana rodando incesantes hasta llegar a su destino.
Una parte de la caravana partió desde Guayaquil, otra desde Cuenca, el punto de reunión fue el Hotel Oro Verde de la ciudad de Machala, en este lugar se dieron cita 14 clásicos ingleses que deleitaron al público en el desfile cívico-cultural organizado por la municipalidad de la ciudad.

Teniendo en cuenta que las infografías son el fuerte del blog, y que gran parte de las personas que llegan a conocer al Cerbero desde otras partes del mundo estaban buscando carros clásicos, el Cerbero ha decidido compartir esta inolvidable aventura con todos ustedes.















Además del desfile, la caravana estacionó los vehículos en el parque central de la urbe, para que las personas puedan tomarse fotos con los autos, los propietarios más experimentados aclararon todas las dudas de lo asistentes quienes recibieron una  clase magistral de automovilismo e historia.








Esta versión del Mini es una de mis favoritas, ya que es la réplica exacta del auto que debutó en 1966 en el rally de Montecarlo, el equipo británico logró imponerse en la primera, segunda y cuarta posición pero irónicamente fueron descalificados por usar faros halógenos.











En un hecho sin precedentes en el blog, y sobre todo en mi experiencia como fotógrafo aficionado, el Cerbero tuvo el privilegio de fotografiar a Miss Universo 2015,Paulina Vega, quien fue invitada de honor a las fiestas de la ciudad.  Afortunadamente estuvimos hospedados en el mismo hotel y en exclusiva para nosotros, posó para la cámara.




Sin duda alguna, una experiencia única en la vida.

Para todos los amantes del automovilismo, especialmente a la gente de Argentina que ha llegado a este blog..

Desde mi hermosa Dite, un saludo